viernes, 6 de diciembre de 2013

SAN NICOLAS DE BARI

SAN NICOLAS DE BARI
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San Nicolás, también conocido como San Nicolás de Myra (en oriente, por su lugar de fallecimiento) o San Nicolás de Bari (en occidente, por el lugar donde fueron trasladados sus restos) fue un obispo que vivió en el siglo IV. Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo.
En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde estuvo de obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los musulmanes conquistaron Turquía, un grupo de católicos romanos sacó de allí en secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia. En esa ciudad se le adjudicaron tan admirables milagros al rezarle a este gran santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía. En Roma ya en el año 550 le habían construido un templo en su honor.
Su nombre, es notable también fuera del mundo cristiano por que su figura ha dado origen al mito de Santa Claus (o Klaus), conocido también como Papá Noel
 

 


Biografía

Nació en Patara, en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Sus padres, fervorosos cristianos, lo educaron en la fe. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla.
Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir a Myra (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue Nicolás de Bari.
Durante su época como obispo, y en su afán por erradicar los cultos paganos, ordenó demoler el templo de Artemisa en Myra; el templo más grande y famoso de Licia, así como otros varios edificios paganos.
 
 
Fue preso por un decreto del emperador Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y su barba quemada, siendo liberado por el emperador Constantino.
Participó en el Concilio de Nicea, condenando las doctrinas de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo. Para combatir los errores, utilizaba una dulzura exquisita, logrando grandes y sinceras conversiones, a pesar de su discreto talento especulativo y orador que tanto gusta a los orientales. Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los poderosos, San Nicolás, a pesar de su avanzada edad, actuaba con gran arrojo y vigor.
A pesar de ser anciano, seguía viajando, evangelizando y entregando juguetes a los niños para recordar a todos que en Navidad recibimos el mejor de los regalos a través de Cristo, la esperanza de la Salvación Eterna.
Basílica de San Nicolás en Bari, Italia
San Nicolás de Bari murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra, pero sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari pues allí fueron a dar después que fueron retirados de Turquía tras la conquista musulmana. Tras su muerte se convirtió en el primer santo, no mártir, en gozar de una especial devoción en el Oriente y Occidente. Multitud de relatos milagrosos aparecieron sobre él, desfigurando, a veces, su eminente carácter práctico y sencillo.
 
 
 
 

Milagros

Son muchos los milagros que se le atribuyen a Nicolás, pero algunos han traspasado los siglos y son conocidos por devotos y no devotos. Protegía y ayudaba de las chicas en edad casadera o en busca de marido. Se cuenta que en una ocasión supo de tres jovencitas que pretendían casarse pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo Nicolás (pretendiendo realizar la caridad sin ser visto), dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que coincidentemente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando (por eso se cuelgan las medias tejidas que sirven para recibir regalos en navidad). Por dicho motivo se representa frecuentemente con tres monedas de oro en las manos.
San Nicolás de Bari salva a tres inocentes. Cuadro de Iliá Repin (1889)
 
Uno de los milagros más sorprendente es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante. También se le atribuye el milagro de los tres niños sacrificados para dar de comer a los clientes de un hostelero, siendo devueltos a la vida por intercesión del santo. Motivo por el cual se le representa con tres niños a su lado, en una cubeta. Se cuenta que cierta vez salvó la vida de tres generales condenados a muerte injustamente. También se cuenta que en otra ocasión, hallándose un grupo de marineros en medio de una tempestad y habiendo invocado la protección de San Nicolás, vieron aparecer la figura del santo sobre el barco y al momento la tempestad se calmó. Uno de los milagros más recientes, ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta cómo en un bombardeo a la ciudad de Bari una madre se separó de su niño en medio de la confusión, apareciendo éste horas después a la puerta de la casa sano y salvo. El niño contó cómo un hombre que describió como San Nicolás lo ayudó, lo protegió y lo llevó de regreso a su casa.

Opereta Llega San Nicolás

El sacerdote salesiano Jerko Grzincic escribió una opereta navideña titulada "Llega San Nicolás", compuesta de tres actos. El juego musical abarca un gran número de niños, en representación de ángeles, demonios, Santos Crispín y Gerardo y otros. El estreno se llevó a cabo por primera vez antes de la Segunda Guerra Mundial a la Unión en Ljubljana con gran éxito.
El primer acto tiene lugar en el cielo con los ángeles, que se preparan para la gran ceremonia de ir a la Tierra. Santo Krispin (zapatero) y San Gerardo (sastre) producen zapatos y ropa para los niños pobres.
 
 
 
El segundo acto se desarrolla en un moderno infierno. Los diablos, con Lucifer a la cabeza, que planificar cómo van a engañar a los niños y jóvenes de mala manera.
El tercer acto se va a la Tierra. San Nicolás viene ahora dar la bienvenida a la audiencia, acompañado por los ángeles. El Santo Obispo enseña en su discurso no sólo a los niños, sino también a sus padres, amigos y familiares: ser bueno y trabajador, piadoso y generoso. Ahora los niños buenos reciben regalos.
Al final, San Nicolás les desea a todos feliz Navidad con el deseo de vivir en paz y armonía.

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