CURIOSA HISTORIA




+++++++++++++++++++++++++++++++++




    
LEYENDA GUANCHE
 PUEBLO CANARIO


Gara y Jonay

Antigua leyenda guanche
Gara y Jonay
La historia de Gara y Jonay es una bella leyenda guanche. Gara era una bella princesa de La Gomera que se enamoró de Jonay, también príncipe, hijo de un rey de Tenerife. Jonay nadó, sobre unas pieles de cabra infladas de aire, desde Tenerife a La Gomera, para encontrarse con su amada. Pero los padres de la pareja, asustados ante los malos augurios de un Teide humeante, se opusieron firmemente a la relación.
Gara y Jonay huyeron, entonces, al monte más alto de la Isla, hasta donde fueron perseguidos. Viéndose acorralados, afilaron un palo por sus dos extremos y, apoyándolo en sus pechos, se abrazaron para morir atravesados por la madera. Hoy, aquel monte y su Parque Nacional lleva el nombre de Garajonay, en recuerdo de aquellos jóvenes que escogieron morir juntos antes que vivir separados
Cuenta una leyenda de la isla de la Gomera, que hace muchos años existían siete lugares de los que emanaba agua mágica y cuyo origen era desconocido por todos los habitantes de la isla.

El agua de estos manantiales regalaban virtudes y a quien se miraba en sus aguas les revelaban si encontrarían o no una pareja, cuando el agua permanecía clara la llegada del amor sería positiva, pero si se enturbiaba las noticias no eran tan buenas, ya que la soledad acompañaría de por vida a esta persona.

La princesa de Agulo, Gara acudió acompañada de más jóvenes gomeras a los Chorros de Epina para mirarse en sus aguas y saber si encontraría o no a un hombre con el que compartir su vida, se aproximaban ya las fiestas de Beñesmén. 
Una primera mirada y tan solo vio un agua tranquila y perfecta, mientras una sonrisa se dibujaba en la cara de la joven por la feliz noticia comenzaron a agitarse las aguas y las sombras aparecieron ante sus ojos.

"Lo que ha de suceder, pasará, huye del fuego, Gara, o el fuego habrá de consumirte" Comenzó a gritar Gerián, el sabio del lugar. 

Gara se hundió en la tristeza y a pesar de cerrar la boca y no hablar del tema con nadie, los rumores comenzaron a expandir lo sucedido en el manantial mágico.

De tenerife llegaron los Menceyes y otros nobles para celebrar las fiestas. El Mencey de Adeje llegó a la Gomera con su hijo Jonay, un chico joven y apuesto que destacaba no solo por su belleza sino también por su fuerza, algo que Gara no podía quitarse de la cabeza desde que le había visto por primera vez.
Irremediablemente sus ojos se cruzaron y no pudieron desprenderse de la sensación que recorrió todo su ser, el amor había sellado en silencio una unión entre ambos, aun en fiestas hicieron su compromiso público y su unión se iba haciendo pública entre los habitantes de la isla.
Cuenta la leyenda que el Echeyde (Teide) comenzó a escupir lava y fuego haciendo que las vistas desde la Gomera fueran realmente aterradoras, el pueblo comenzó a pensar al igual que los padres de los amantes y también incluyeron en sus pensamientos las palabras del hombre al lado del manantial mágico, Gara princesa de Agulo, lugar del agua, Jonay, puro fuego, procedente de la isla del infierno. La profecía había comenzado y no podían permitirlo.

Entonces sus padres ordenaron tajantemente que no volvieran a verse. Al separarse los amantes el volcán se calmó y los Menceyes regresaron a Tenerife, aunque uno de ellos llegó vacío con sus ilusiones rotas y con el corazón en la Gomera irremediablemente sin ninguna posibilidad de pensar en una vida sin Gara.

La leyenda cuenta que Jonay sumido en la desesperación decidió cruzar el mar a nado para llegar al lado de su amada, tras nadar toda la noche con las primeras luces del alba logro tocar la costa de la gomera, alcanzó a su amada y la abrazó profúndamente.
Escaparon por los bosques gomeros y bajo un cedro se entregaron a la pasión y al amor.
Pero el padre de Gara, la buscó y  los encontraron amándose, al darse cuenta de la situación no encontraron otra salida.
   
Mirándose a los ojos, se apretaron el uno contra el otro, una fina vara de cedro afilada entre el pecho de Gara y el pecho de Jonay traspasó ambos cuerpos dejándolos unidos para siempre". Gara, princesa de Agulo, princesa del agua, y Jonay, príncipe del fuego, dan nombre hoy a la cumbre más alta de la Gomera y al Parque Nacional de Garajonay.




+++++++++++++++++++++++++++++++++++++ 



CURIOSIDADES DE PRESIDENTES DE ESTADOS UNIDOS Y PERSONAS CERCANAS A ELLOS, SECRETARIAS, ASESINOS:






"Lincoln fue electo Presidente en 1860, Kennedy en 1960, cien años después.

El asesino de Lincoln, John Wilkes Booth, nació en 1839; el asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald, nació en 1939, cien años después. 

Ambos fueron asesinados en viernes. 
Ambos fueron asesinados en presencia de su esposa. 
Ambos fueron asesinados de dispararos en la cabeza. 
A ambos les sucedió en la presidencia un hombre de apellido Johnson.
Andrew Johnson (sucesor de Lincoln) nació en 1808 y Lyndon Johnson (sucesor de Kennedy) en 1908, cien años después. 

Lincoln (7 letras); Kennedy (7 letras). 
Andrew Johnson (13 Letras); Lyndon Johnson (13 letras). 
John Booth (9 letras); Lee Oswald (9letras). 
John Wilkes Booth (15 letras); Lee Harvey Oswald (15 letras).
Sus respectivas esposas perdieron un hijo durante su estancia en la Casa Blanca. 

La secretaria de Lincoln era de apellido Kennedy. 
La Secretaria de Kennedy era de apellido Lincoln. 

A Lincoln lo asesinaron en el teatro Ford; a Kennedy en un Lincoln, de la Ford. 
Ambos asesinos murieron antes de ser llevados a juicio. 

John Wilkes Booth le disparo a Lincoln en un teatro y fue hallado en un almacén. Lee Harvey Oswald le disparo a Kennedy desde un almacén y fue encontrado en un teatro. 

Tres días antes de morir, Abraham Lincoln tuvo un sueño en el que visitaba la Casa Blanca para asistir a su propio funeral."


ASESINOS





++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

TESTIFICAR



El origen de la palabra «testificar» viene, lo creas o no, de la acción de «tocarse los testículos». Se cuenta que los romanos (siendo solo los varones los capacitados legalmente para atestiguar en un juicio) solían apretarse los testículos con la mano derecha como símbolo de juramento de la verdad.
Existen, sin embargo, otras teorías acerca de la procedencia de esta palabra. Una de ellas dirá que, cuando un papa salía elegido, un cardenal debía tocarle los testículos para comprobar que, efectivamente, se trataba de un hombre. Otra aseguraría que eran todos los cardenales y no solo uno los que debían realizar tal constatación. Para la ocasión, se creó una silla con un orificio en el centro por el que el recién nombrado pontífice debía dejar sus testículos al descubierto. La razón de esta práctica tiene su origen en una leyenda que gira en torno a la papisa Juana, una mujer que, durante los años 855 y 857 se hizo pasar por hombre y fue nombrada papa.
Una explicación etimológica de la palabra diría que «testificar» viene del latín testificare, que es una unión de las palabras testis ‘testigo’ y facere ‘hacer’. Por otro lado, «testículo» viene de testis, ‘testigo’ y el sufijo culus, que se utilizaba como diminutivo; así, una traducción de «testículo» sería ‘testigo pequeño’.





La leyenda de la papisa Juana cuenta la historia de una mujer que ejerció el papado católico ocultando su verdadero sexo. El pontificado de la papisa se suele situar entre 855 y 857, es decir, el que, según la lista oficial de papas, correspondió a Benedicto III, en el momento de la usurpación de Anastasio el Bibliotecario. Otras versiones afirman que el propio Benedicto III fue la mujer disfrazada y otras dicen que el periodo fue entre 872 y 882, es decir, el del papa Juan VIII.

Se trata de cierto papa o mejor dicho papisa que no figura en la lista de papas u obispos de Roma, porque era una mujer que se disfrazó como un hombre y se convirtió, por su carácter y sus talentos, en secretario de la curia, después en cardenal y finalmente en papa. Un día, mientras montaba a caballo, dio a luz a un niño. Inmediatamente, por la justicia de Roma, fue encadenada por el pie a la cola de un caballo, arrastrada y lapidada por el pueblo durante media legua. En donde murió fue enterrada, y en el lugar se escribió: Petre, Pater Patrum, Papisse Prodito Partum (Pedro, padre de padres, propició el parto de la papisa). También se estableció un ayuno de cuatro días llamado ayuno de la papisa

No hay comentarios:

Publicar un comentario