martes, 8 de abril de 2014

FRAGATA PORTUGUESA EN LAS CANTERAS (Physalia physalis) AGUAVIVAS

FRAGATA PORTUGUESA
EN LAS CANTERAS
Physalia physalis
 
La Fragata Portuguesa (Physalia physalis), la más temible de nuestra aguavivas.
 


 




Cuando sopla el viento con intensidad en nuestro litoral, a veces aparecen las temibles fragatas o carabelas portuguesas.
La fragata es una colonia compleja de seres que viven en perfecta armonía.
Esta aguaviva pasa su vida flotando en la superficie del mar gracias a un enorme y característico flotador, viajando por los océanos y mares impulsadas por el viento y las corrientes marinas, ayudadas por su cresta que hace de vela, como si de un velero se tratase.
De coloración azulada-violácea está aguaviva se defiende con sus largos filamentos, su verdadero peligro, los cuales pueden sobrepasar los 15 metros de longitud. Estos “rejos” están cargados de células urticantes cuya picadura es muy dolorosa e incluso peligrosa para niños y ancianos. Estas quemaduras en personas muy sensibles pueden llegar ha provocar shocks anafilácticos y causar infartos o ahogamientos.
La fragata se alimenta del plancton que va encontrando en su lenta navegación oceánica, siendo una especie muy abundante.
En nuestra playa suelen aparecer de enero a julio, a veces causando verdaderas invasiones teniendo los servicios de socorro que atender a muchísimos bañistas de las heridas creadas por sus picadas. Las toxinas se suelen quedar pegadas a la piel en el momento del “encuentro” produciendo ampollas con mucho escozor. Como todos saben el alivio más popular para dicha picadura es el orín. También es usado el vinagre, en casa podemos echar a la zona infectada polvos tacos, esto hará secar las toxinas.
Una buena picadura de esta fragatas dejan recuerdos para toda la vida, tanto físicamente, en forma de cicatrices, como en las sensaciones, ya que aunque hayan pasado muchos años siempre recordaremos la fuerte quemadura de una fragata portuguesa.



 
 
La carabela portuguesa (Physalia physalis), también conocida como fragata portuguesa, agua mala, botella azul o falsa medusa, es una especie de hidrozoo sifonóforo de la familia Physaliidae. Se suele encontrar en mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, en especial en las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico, así como en la Corriente del Golfo atlántica. Su picadura es peligrosa y muy dolorosa
 


 
 
 
Con apariencia de medusa, la carabela es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia. Se trata de una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas, y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción).
Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.
 





Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco espiralado de un único uso llamado nematocisto, que puede ser de distintos tipos: simples ventosas, prolongaciones largas de los tentáculos que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteínica que paraliza a la presa.
Los tentáculos tienen por objeto envolver a las presas e introducirlas en la boca hasta la cavidad gastrovascular, donde comienza la digestión.








Portuguese Man-O-War (Physalia physalis).jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario